miércoles, 16 de octubre de 2013

LA NECESIDAD DE DIVORCIARSE

El matrimonio no es una institución a la que haya que acudir necesariamente, al igual que a la figura jurídica del divorcio, una vez se ha contraído el matrimonio. Tanto la decisión de contraer matrimonio como la de divorciarse no es una necesidad real, pues depende de un cúmulo de circunstancias que hacen que los individuos deseen modificar su plan de vida individual para compartirlo con una determinada persona, o en el caso de el divorcio todo lo contrario, disolver el vínculo para pasar a realizar vidas independientes.

Por ello nuestra opinión es que no existe la necesidad de divorciarse, pues lo que realmente ocurre es que una vez casados, por el devenir matrimonial, se van modificando las circunstancias y la relación hasta una que no fue la deseada o proyectada ad initio, de modo que pueden ambos o uno de ellos siente la necesidad de divorciarse, pero no se trata de una necesidad real, pues con dicha persona en su día se decidió contraer matrimonio, pues en definitiva conforme cambian las circunstancias y las personas debemos adecuar la vida y relaciones jurídicas, por ello somos las personas las que creamos las necesidades con nuestros propios actos, y que en muchos casos acaban con divorcio o separación.

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