Estamos en ocasiones ante dos formas de entender el matrimonio con sus aspectos positivos y negaticos, considerando que tal vez lo ideal sea un término medio equidistante que de modo prudente combinara lo positivo de ambos pensamientos.
Tradicionalmente se ha venido a pensar en España que el matrimonio era para siempre, y en muchos casos, matrimonios mal avenidos han alargado la relación de un modo infeliz durante más tiempo del debido, o incluso no han podido divorciarse por "el que dirán", por que "el matrimonio es para toda la vida", que "el divorcio es un desprestigio" y argumentos similares.
Actualmente se ha producido una pérdida de los valores matrimoniales de tal modo que es habitual parejas que se divorcian al poco de haberse casado por controversias mínimas que podrian haberse evitado con voluntad y respecto.
Por ello, tal vez debería d mantenerse el respeto antiguo al matrimonio, pero otrogarle la libertad plena y sin perjuicios de acceder al divorcio en todos aquellos casos en los que el matrimonio no sea posible.
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