La actitud en la entrevista con un despacho de abogados debe de ser sincera, pues el abogado es la persona en la que se deben de confiar nuestros asuntos jurídicos y legales para que a sabiendas de los mismos nos asesore en la dirección que corresponda, si el abogado tiene una información parcial o "retocada", el asesoramiento no podrá ser el adecuado.
Existe un secreto profesional que impide al abogado utilizar o difuncir los datos personales obtenidos con ocasión profesional, de modo que el cliente debe de confiar plenamente en su abogado, pues como se indica en el propio nombre de cualquier abogado privado (diferenciándolo del abogado de oficio) los abogados de parte son "abogados de confianza".
Es importantísimo poder centrar la consulta al máximo con una actitud predispuesta a obtener resultados y respuestas jurídicas, resolver sus inquietudes o cuesitones legalales, dejando a un lado cuestiones personales o incidentales más cerca de la psicología que a pesar de ser importantes, dispersa la atención de lo importante que es en lo que debe de centrarse la entrevista con un abogado, lo legal, sin distraer la atención de la consulta con actitudes más cercanas a la amistad o psicología, aprovechando al máximo la consulta legal.
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