BLANCOS Y NEGROS DEL DIVORCIO:
Se suele decir que en cuestiones matrimoniales y parejas sentimentales no existe un termino medio, un gris, y cuando todo va bien suele ser todo positivo (blanco), y cuando se empieza a torcer, sale a relucir lo más negativo de las personas (negro), pues como dicen del amor al odio existe un paso muy pequeño.
Por experiencia, en la inmensa mayoría de los divorcios existe un rencor implicito que puede disimularse o controlarse en muchos de los casos, pero no obstante suele existir, y brotar cuanto las disputas aumentan. Las discusiones de pareja son normales, pero una vez que la pareja a roto y cada uno de los esposos vuelve a relacionarse con otras personas, nacen reacciones negativas derivadas de ataques de celos por la no aceptación de la ruptura.
En los divorcios no existen gamas de grises, pues todo suele ser blanco o negro, extremos, sin un término medio que ponga el equilibro en el matrimonio, que precisamente se suele romper por no haber sido caparces de entenderse por medio de la comunicación y cesión mutuo. La empatía es imprescindible, y aún más si cabe en la sociedad que vivimos, en la que no sólo debemos de cuidar a la pareja, además tener cuidado con las injerencias externas: Trabajo, redes sociales, familia política, intereses económico, problemas... etc.
UN DIVORCIO SIN BLANCO NI NEGROS, EN MUCHOS CASOS NO SE REALIZARÍA YA QUE PODRÍA MANTENERSE EL MATRIMONIO CON EL DEBIDO RESPETO, CONFIANZA Y AMOR.
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